Así combaten los colegios la contaminación que respiran los niños ilicitanos

Tres centros educativos desarrollan programas medioambientales destinados a los alumnos y sus familias para combatir los efectos del cambio climático y la contaminación que generan los vehículos que circulan en sus inmediaciones

Del tubo de escape al pulmón de tu hijo: así afecta el tráfico de Elche a los menores

Por Ana Cortijo y Begoña Amat

En la provincia de Alicante, cerca de 265.000 menores asisten cada día a distintos centros educativos, según los últimos datos recogidos por el Instituto Nacional de Estadística Española (INE). Sin embargo, en la segunda ciudad más poblada de la provincia de Alicante, en Elche, el tráfico se ha convertido en un factor de riesgo para la salud de los más pequeños. 

Los colegios más céntricos son los que más afectados se ven por la afluencia de automóviles en las horas puntas de las nueve de la mañana y las cinco de la tarde. Con un índice de movilidad a las 09:00 a.m. de 827 vehículos de media, el C.E.I.P. Baix Vinalopó es el centro escolar más afectado de Elche, de acuerdo con los datos recogidos por las espiras de tráfico del Ayuntamiento de Elche, que miden el total de vehículos que pasa por cada uno de los cruces de la ciudad. 

La salud de los niños se ve comprometida por los gases tóxicos que expulsan los coches. La contaminación automovilística es causante del asma en 1 de cada 3 menores, según el Instituto de Salud Global de Barcelona. Pero además, puede producir cáncer infantil y serios problemas de concentración como consecuencia del NO2 que expulsan los tubos de escape de los vehículos. 

La educación da sus frutos: así fomentan el cuidado del medioambiente tres colegios públicos de Elche

Por Begoña Amat y Ana Cortijo

Los niños, especialmente vulnerables por su estatura, su metabolismo y su esperanza de vida son los más afectados por el tráfico. Por ello, desde las aulas se piden reformas que eviten este tráfico en las inmediaciones de los colegios. Conscientes así de la problemática que supone la polución en las ciudades, los colegios ilicitanos ponen en marcha programas de concienciación medioambiental que enseñan a los niños herramientas de reciclaje, horticultura y hasta de energías renovables. 

Hace un par de meses, el C.E.I.P. Hispanidad puso en marcha un proyecto de compostaje donde los alumnos participaban activamente en la gestión de los residuos orgánicos. Entre alumnos y voluntarios, durante el curso 2020-2021 se han llegado a recaudar 5 toneladas de compost. Este, ha sido recientemente trasladado al huerto urbano de L’Hort de Felip para abonar las parcelas de algunos de los vecinos del barrio del Raval. Pero no solo destaca esta iniciativa. También son muchos los colegios que optan por un huerto urbano para recalcar la importancia del contacto de los niños con la naturaleza. Algunos de los colegios que se encargan del cuidado de un huerto escolar son el C.E.I.P. Sanchís Guarner y el C.E.I.P Ramón Llull, quien también cuenta con un ambicioso proyecto de reciclaje que  lo integra en la rutina diaria de los alumnos. 

Además del impulso que ofrecen profesores y familias, esta cuestión medioambiental que engloba más de un problema también requiere del apoyo económico por parte de los ayuntamientos, para poder así llevar a cabo iniciativas más ambiciosas y efectivas. Formar a jóvenes que puedan combatir las consecuencias derivadas del calentamiento global y aprender un modo de vida sostenible no es más que el principio de la lucha contra el cambio climático.