Las elecciones generales del 28 de abril dibujaron un mapa en el que el dominio del PP quedó reducido a sus bastiones tradicionales del centro del casco urbano ilicitano. Los populares perdieron votos por el centro en las zonas más nuevas de la ciudad y en el extrarradio sur, y por la derecha en algunas de las pedanías.

La partida de Algoda, en el distrito 7, sección 23 es la que experimenta una mayor caída en el porcentaje de votos obtenidos. Mas de un 56% de sufragios perdido en una década, en una zona tradicionalmente con mayoría del PP. El el lado opuesto, donde menos disminuyen es el el distrito 4, sección 11 con “solo” un 18% de pérdida de voto. Tiene su explicación ya que está situada en Carrús, cerca del centro de salud del Toscar y al ser una zona generalmente de mayoría socialista, la bajada afecta menos ya que se parte de un menor número de votos. Esto también sucede en el barrio de Los Palmerales y el de San Antón, ambos en el distrito 2, secciones 9, 10, 11 y 22.

Anclados en el pasado

El Partido Popular, una vez más, no consigue ilusionar a los jóvenes. Aunque no es un factor determinante, sí que es obvio que según avanzamos en la franja de edad, el voto es más conservador. Hasta los 59 años, la tendencia es descendente: a mayor número de votantes de esa edad, menos votos al PP. Por contra, de 60 hacia arriba el porcentaje sube a favor de los populares.

En cuanto al sexo, y al igual que en pasadas elecciones, a más mujeres, mayor voto conservador. En general el porcentaje de hombres y mujeres en bastante similar en todas las secciones, pero en la 2-03, en los alrededores de la Glorieta, ellas son un 55,80% y es una de las 22 secciones donde el PP ha ganado en estas elecciones. Donde menos mujeres hay, en Torrellano, sección 7-04 y con un 46.33% el resultado final ha sido de un empate entre PP y PSOE.

La influencia que la existencia de inmigrantes tiene en el porcentaje de voto obtenido por los populares apenas tiene efecto pero si quisiéramos marcar una tendencia, en zonas con más vecinos procedentes de África, menos votos obtiene el PP, mientras que en zonas con predominio de residentes americanos, los conservadores obtienen un mejor resultado.

Una vez más, Elche rompe la tendencia nacional de que a mayor participación, mayor voto progresista. La zona centro, feudo conservador, registra las mayores cotas de participación de toda la ciudad, muy por encima de la media. La sección 2-23, Portalada y zona nueva del Filet de Fora, registra la mayor participación de la ciudad, con un 86% y el PP gana aunque no de manera tan contundente como en elecciones anteriores. En el lado opuesto, la sección 2-11, en el barrio de Los Palmerales y con sólo un 47,69% de votantes, los populares consiguen un 9.18%, uno de los resultados más bajos de la ciudad

El 28 de abril de 2019 quedará en la memoria del Partido Popular ilicitano como el día en que el PSOE consiguió ganarles tras más de 25 años de hegemonía en elecciones generales. Tomando como referencia la última década, desde 2008, los populares han tenido su resultado más exiguo. La irrupción de dos partidos más en la derecha, Ciudadanos y VOX, ha hecho mella en sus números finales aunque es cierto que la suma de los tres, apenas ha provocado un desequilibrio entre conservadores y progresistas.

Los resultados plasmados en un mapa nos hablan de dos zonas claramente diferenciadas: conservadoras y progresistas. También nos cuentan que, cuando se produce un trasvase de votos entre bloques, se suele realizar por barrios y calles y que las zonas fuertes de cada partido resisten los embates del ciudadano disgustado e indignado que deja muchas veces su ideología en casa.