Por Guillermo Rojo Villasur y Alejandro Ramón Ortega

Seguro que caminando por Elche, alguna vez han encontrado a un chico que vende pulseras artesanales a cambio de la voluntad. Muchos lo conocen como “el mendigo de las pulseras”, pero lo cierto es que Samuel es una persona sin hogar que ha acabado en situación de calle por múltiples razones que no justifican su final.

Samuel es una de las 96 personas en Elche que, gracias a las asociaciones como Cáritas o Cruz Roja, pueden acceder a los servicios que estas les ofrecen como alojamiento en albergues durante unos días, ropa o comidas diarias. Aunque suponen una ayuda fundamental en su día a día, las condiciones en las que viven siguen siendo indignas y precarias. Cómo dice Samuel, “cuando hace buen tiempo se puede pasar bien, pero en invierno dormimos entre cartones y plásticos”.

^{Uno de los lugares más frecuentados para pedir limosna son las puertas de los supermercados. // G. Rojo}

Las personas sin hogar y las personas que viven en la calle no son lo mismo. Las personas sin hogar pueden vivir en pisos o viviendas sociales, centros de acogida o en la calle. “Si yo preguntase qué es para cada uno el hogar, la respuesta sería la familia, los amigos, los recuerdos […]. Alguien que está en la calle o en un centro de acogida lo que ha perdido es algo tan profundo como su hogar”, plantea María del Rosario Sánchez, directora del Departamento de Publicaciones y Fomento de la Investigación del CIS.

Teniendo en cuenta esta terminología, en Elche hay un albergue que da cobijo a 31 personas y donde pueden ducharse, comer y pernoctar. También existen 15 pisos sociales donde se alojan otras 43 personas. Por tanto, sumando estas cifras a las 96 en situación de calle, la ciudad cuenta con un total de 170 personas sin hogar. Es decir, 7 de cada 10.000 habitantes en Elche no tienen hogar.

A nivel nacional, en 2022 el INE contabilizó a 28.552 personas viviendo en la calle en España, de las cuales 547 pertenecen a la Comunitat Valenciana, lo que supone que Elche representa el 17,5% a nivel autonómico.

“Cuando hace buen tiempo se puede pasar bien, pero en invierno dormimos entre cartones y plásticos”, advierte Samuel, persona sin hogar de Elche

El Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 elaboró en 2023 un proyecto de recuento del sinhogarismo en España en colaboración con las administraciones y asociaciones que intervienen en este sector. 27 ciudades españolas, entre ellas Elche, participaron en este recuento y a través de barridos nocturnos contabilizaron a 2.726 personas viviendo en la calle.

La intención de este recuento fue esclarecer de forma concreta la situación de cada municipio para realizar la acción social necesaria desde las administraciones, y para ello, se dividieron los recuentos en distritos municipales. De las 96 personas que viven en la calle en Elche, Altabix Sur es el que más acoge, con un 40%, seguido de Carrús Este que representa un cuarto de esta población, y Carrús Oeste un 18,8%. El resto de distritos suponen un porcentaje menor como Altabix Norte (5,2%), el Pla Norte (5,2%) y el Pla Sur (1%).

Otros datos interesantes que se obtuvieron a través de los recuentos nocturnos son el del sexo y la edad entre las personas sin hogar y la tendencia en aumento de mujeres y jóvenes en situación de calle a nivel nacional. Asegura Juanma Agulles, doctor en Sociología especializado en personas sin hogar por la Universidad de Alicante, que “la tasa de paro juvenil se encuentra en torno al 60%, lo cual acrecienta esta situación y limita el acceso a la vivienda”.

En Elche, el 86% de las personas que pernoctan en la calle son hombres, y el 18% menores de 30 años, lo cual refleja una gran presencia de jóvenes en esta situación. Casi 3 de cada 10.000 jóvenes de Elche viven en la calle, una problemática característica de este municipio, ya que si nos trasladamos a Alicante, el porcentaje de personas que viven en la calle y no alcanzan los 30 años es del 7%, es decir, casi 2 de cada 10.000 jóvenes de la ciudad.

La concienciación de la sociedad en este ámbito es fundamental para la reinserción social de las personas sin hogar que han tenido que dejar sus “vidas normales” atrás. Frases tópicas como “si están ahí es porque se lo merecen” o “seguro que es un delincuente” cada vez se escuchan menos, y sólo el 2% de la población considera que se debería echar a todos los “mendigos” fuera de las ciudades porque son antiestéticos. El fallo radica en el desprecio hacia estas personas, por lo que las asociaciones intentan otorgarles la mayor dignidad posible y darles los servicios fundamentales que, en un país del primer mundo, deberían estar cubiertos. Ante esta situación, personas como Samuel reclaman que quienes realmente han de afrontar este problema son las instituciones y administraciones públicas, que “han dejado tirados” y con pocas esperanzas de salir de los cartones a más de 28.000 personas.

^{Cruz Roja ofrece un servicio de cenas en un vehículo adaptado en los puntos estratégicos de la ciudad, dentro de su proyecto de PSH (Personas Sin Hogar) // A.Ramón}

Como en todos los problemas, para encontrar la solución hay que ir a las causas y razones que provocan la situación. En el caso del sinhogarismo español, no existe un factor concreto, ya que cada caso es variado, pero sí existe una correlación de factores. Según Maria del Rosario Sánchez “tienen que ver con la orientación de las políticas”.

Casi 3 de cada 10.000 jóvenes de Elche viven en la calle

Además de las razones que provocan esta problemática, hay otra característica importante en este colectivo: la nacionalidad. Tan sólo el 27% de las personas que se encuentran en la calle en Elche son de origen extranjero, mientras que en Alicante son más del 50% y en Valencia, alcanzan a ser el 76%. Por otro lado, en cuanto a los centros de acogida, Elche representa el 58%, Alicante el 56% y Valencia casi el 70%, en los tres casos supone que más de la mitad son extranjeros. Las tres localidades comparten que la mayor parte de estas personas proviene de África, en torno al 30%.

El sinhogarismo en España y en Elche requiere la mayor atención por parte de la sociedad y de las instituciones para asegurar los derechos fundamentales de las personas y que su dignidad esté a la misma altura que la del resto de la población. Los datos y las estadísticas reflejan la magnitud del problema y la necesidad de abordarlo con medidas sociales que afronten el problema de raíz. Las personas como Samuel no son sólo un dato o un número que evidencia la realidad, son personas que luchan con la esperanza de retomar una “vida normal”.

Nota metodológica

Para realizar este reportaje basamos los datos en dos fuentes principales: El estudio del INE sobre las personas sin hogar en España en 2022 y el Proyecto piloto de recuentos nocturnos de personas sin hogar en España 2023 realizado por el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030. A través de los datos otorgados por ambos informes creamos una base de datos propia con sus correspondientes procesos de scraping y limpieza. En ella recogimos todos los datos que correspondían a la Comunidad Valenciana y en especial a Elche. Además, reforzamos la información con las entrevistas a las fuentes expertas María del Rosario Sánchez, directora del Departamento de Publicaciones y Fomento de la Investigación del CIS; y Juanma Agulles, doctor en Sociología especializado en personas sin hogar por la Universidad de Alicante. Ambos aportaron sus puntos de vista, tanto a nivel nacional, como autonómico.

En torno a la base de datos propia creamos gráficos, mapas de coropletas y algunos titulares de los que sacamos datos clave para el reportaje. Más tarde, mientras redactábamos el texto, también realizamos fotografías propias, una con Cruz Roja y otra por nuestra cuenta; y grabamos un pequeño podcast. Todo ello con el objetivo de esclarecer la información.