En Elche no se puede

Únicamente en 4 de las 171 secciones de la ciudad obtuvieron la confianza mayoritaria de los ciudadanos en 2015 y sólo una lo conservó tras la repetición de las generales

Fue en 2015 cuando Podemos hizo su primera aparición en las urnas españolas, pero su entrada no cambió de manera significativa el voto en Elche. De las 171 secciones que tiene la ciudad, solo en 4 obtuvieron la confianza mayoritaria de los ciudadanos. Estos datos empeoraron en 2016, presumiblemente como consecuencia del voto útil, lo que redujo su victoria en una única zona de Elche: las manzanas de El Raval más próximas al Puente de la Generalitat.

El voto a este partido se concentra sobre todo en las regiones periféricas de la ciudad y en los barrios donde viven las personas de clases sociales más humildes. Por otra parte, el centro le sigue siendo fiel a la derecha, así que el porcentaje de votos a Podemos en estas secciones es casi inexistente.

Se invierten los roles

En el año 2015, su porcentaje más alto fue un 29’47% en la sección 8 del distrito 6 (zona del Pla). Mientras, si nos desplazamos al centro de la ciudad, el voto a este partido tiende a desaparecer, ya que esta zona suele decantarse por el Partido Popular para las elecciones generales aunque a nivel municipal predominen los gobiernos socialistas.

Sin embargo, hubo zonas en las que el voto mayoritario sí que se vio afectado por la irrupción de los nuevos partidos políticos. Este es el caso de la zona del Pla (distrito 6-08) al que ya nos hemos referido. En esa parte de Elche el partido ganador en 2011 fue el PP con un 40’41% de los votos, pero en 2015 descendió casi un 20% quedándose con un 21’38%. La caída del PSOE no fue tan dura pero también se notó, el apoyo a este partido pasó de un 37’55 en 2011 a un 30’77 en 2015. Esos votos se han repartido entre Podemos que se llevó el 29’47% en esa zona y Ciudadanos que consiguió un 13’04%.

De 2015 a 2016 la cosa no varió demasiado para este partido. Siguió manteniendo su porcentaje más alto en la zona del Pla, aunque con una leve caída de un 0’8%, y su resultado más bajo en la zona centro de la ciudad. Algo curioso que ha pasado en el desarrollo de Podemos entre 2015 y 2016 es que ha sido el único partido que: por un lado, en los lugares donde más votos obtuvo en 2015 (distritos 6-8 y 1-10) durante las elecciones de 2016 disminuyó y, por otro lado, en la segunda zona donde menos apoyo consiguió en las elecciones de 2015 (distrito 2-2) el voto aumentó de 8’63% a 9’20% en las de 2016.

De izquierda a derecha, una cuestión de tiempo

El cruce de las variables demográficas con los votos a Podemos deja claro la vinculación de sus apoyos con la juventud predominante en las secciones censales. Estas relaciones también indican el empeoramiento de los resultados en las zonas con menor índice de inmigración. Además, estos datos reflejan que la mayor presencia de mujeres en las secciones ilicitanas influye negativamente en el voto al partido morado.

Si nos centramos en los resultados de las elecciones del año 2016 se observa que en el distrito donde más votos obtuvo Podemos (6, sección 8) el censo de las personas más jóvenes triplicó el de las personas más longevas. En este sector el censo de personas entre 0 y 39 años fue 52’63 %, mientras que con más de 60 fue un 18’8%. Aunque Podemos no se llevara la mayoría en este distrito, el PSOE sí que lo hizo. Así que puede deducirse que la izquierda se ve beneficiada por la participación de las personas más jóvenes. Mientras que la derecha es mejor acogida por la población de mayor edad.