El despertar ecologista alicantino

El número de asociaciones medioambientales se ha multiplicado por siete en los últimos veinte años en la provincia de Alicante

Por Ibai Etxebarrieta y Paula Campos

Activistas alicantinos de Fridays For Future en la última global strike, la cual tuvo lugar el pasado 25 de marzo | Imagen cedida por Sergio Aires

La primavera ha llegado a Alicante, pero de forma irregular. “¿Qué está pasando?”, se pregunta Sergio al asomarse a su ventana, donde florecen sus petunias. El día anterior hubo 25 grados y parecía que fuese agosto. Aquel calor asfixiante no era normal. Sin embargo, esa mañana ante sus ojos se encontró con un granizo intenso que lo obligó a encerrarse en casa.

La crisis provocada por el cambio climático cada vez es más notoria debido a estos eventos meteorológicos extremos y sus efectos son más que evidentes. Por esa razón, activistas como Sergio se reúnen en asociaciones y deciden salir a las calles a manifestarse para intentar frenar los daños, aunque algunos ya sean inevitables, e intentar que cada vez haya más conciencia social.

En la provincia de Alicante, el asociacionismo medioambiental comenzó a darse en la década de los sesenta. Entonces, la representación de estos grupos era mínima. Si se compara la degradación actual del planeta con la situación dada en aquel entonces, ahora podemos ser conscientes de que existen hechos irreversibles. Por esta razón, suenan las alarmas y surgen nuevas asociaciones. De hecho, solo en los últimos tres años (2020, 2021 y 2022) se ha superado el número total de asociaciones existentes en el siglo XX.

El verdadero auge de este asociacionismo se dio en el traspaso al nuevo milenio, de la mano de nuevos modelos de asociación. De la década de los noventa a los 2000, se triplicó el número de organizaciones que están constantemente luchando en favor del medio ambiente. Asimismo, las asociaciones medioambientales han multiplicado por siete su número en el siglo XXI en comparación con el siglo pasado.

Solo en los últimos tres años se ha superado el número total de asociaciones existentes en el siglo XX

Estas entidades se pueden clasificar en distintos tipos según su subactividad: grupos excursionistas, naturismo y medicinas, promoción del patrimonio natural, protección de animales y terapias alternativas con plantas. El aumento mencionado previamente se refleja en cómo más de la mitad (58%) de las asociaciones que se inscribieron en los 2000 se dedican a promover el patrimonio natural en la provincia de Alicante. Por otro lado, desde el surgimiento del asociacionismo, las de terapias con plantas no estuvieron presentes, hasta que en 2010 se unieron con su propia causa y ya, en 2020, superan en número a las de patrimonio, que dominaron en el pasado.

El tipo de agrupación medioambiental más popular es la encargada de proteger a los animales, que supone casi la mitad de las asociaciones existentes hasta la fecha. Estas organizaciones han estado presentes desde los años sesenta, pero su crecimiento no se llevó a cabo hasta los años comprendidos entre 2010 a 2019, en los que se inscribieron 23 veces más que en los años ochenta en la Generalitat Valenciana, concretamente en la provincia de Alicante.

La Generalitat Valenciana lleva un registro de todas las asociaciones inscritas en la Comunidad Valenciana, que a su vez está dividido en las tres provincias que la componen: Castellón, Valencia y Alicante. Dentro de ese sistema, existe una clasificación independiente según la actividad que emprenden. Además de las medioambientales, hay 26 diferentes, entre las que destacan las asociaciones culturales, profesionales, recreativas y de aficionados, de participación social y de asistencia social, que superan la cifra de 500.

Si se tiene en cuenta la tasa de población de los municipios de la provincia de Alicante en relación al número de asociaciones instauradas en cada uno de ellos, destacan los municipios más pequeños como Almudaina, Cuatrentondeta o el Valle de Alcalá.

En el caso de Agres, que cuenta únicamente con una asociación, se llama Velorecicla y es un grupo excursionista, cuya función principal es restaurar bicicletas viejas que la gente ya no utiliza y donarlas a entidades y asociaciones para personas en situación de exclusión social.

A su vez, organizan rutas familiares y en solitario. Su presidente Paolo Tedesco explica que son tanto para niños como para gente mayor y, siempre que organizan rutas, proponen también actividades diferentes de recreo, visitas guiadas, intentando que la gente utilice la bicicleta y así, fomentar un medio de transporte saludable para el medio ambiente.

Alicante y Elche son las dos ciudades en las que el movimiento asociacionista ha generado una mayor conciencia social. Esto se ve en la gran cantidad de organizaciones que las componen, que conforman casi una cuarta parte de todas las que hay en la provincia.

Con respecto a las protectoras de animales, la capital es la localidad que está más implicada, ya que acumula el 42% de la totalidad de asociaciones de esta subactividad en toda la provincia.

Entre ellas, se halla las Reinas del Biberón, que está especializada en lactantes y cachorros de poca edad que requieren de muchos cuidados. Andrea García es la responsable de adopciones y eventos de la asociación. Junto a sus compañeras, realizan rutas de rescate en las que prácticamente todos los días encuentran varios cachorros. “Nos hemos llegado a encontrar trece cachorros en una bolsa de basura con un cadáver de un gato en los huesos. También abandonados en el río, dentro de unas tuberías, en jaulas en un campo… son muchos casos y nuestra intención con estos rescates es visibilizar el problema”, confiesa la encargada de Reinas del Biberón.

Elche cuenta con un total de 43 asociaciones. Amigos de los Humedales del Sur de Alicante es una de ellas y tiene por subactividad la promoción del patrimonio natural. Surgió en 1995, adelantada a su tiempo, ya que más de la mitad (58%) de agrupaciones se inscribieron de los 2000 en adelante.

Tal y como explica su presidente, Sergio Arroyo, la asociación mantiene tres líneas básicas de actuación. Por un lado, la asociación edita una revista que se publica anualmente, además de algún libro. “La divulgación es imprescindible para dar a conocer los valores ambientales de los espacios naturales y para que más gente conozca la importancia de conservar la biodiversidad de los humedales”, afirma el dirigente.

Por otro lado, se realiza un seguimiento de la fauna y la flora del sur de Alicante y se lucha por la conservación de las especies. Finalmente, en su faceta más reivindicativa, dirigen sus esfuerzos en reclamar el cumplimiento de la legislación y personan alegaciones sobre proyectos urbanísticos. “Intentamos parar la degradación constante del espacio natural, ya no solo a nivel local, sino a nivel global”, señala Arroyo.

El papel de las instituciones en las organizaciones medioambientales

Estos colectivos poseen opiniones dispares con respecto al papel que juegan las instituciones en sus asociaciones. En el caso de Amigos de los Humedales del Sur de Alicante, el papel de estas es ninguno. Según afirma su presidente, están representados en el consejo municipal de medio ambiente y, según sus estatutos, se tendrían que reunir con una periodicidad de seis meses.

“Ahora no hay un espíritu ni de colaboración ni tampoco de interés por la conservación, incluso ya del medio urbano. Llevamos años reclamando al ayuntamiento que deje de echar herbicida en los parques de Elche, ya que es cancerígeno”, puntualiza el director del movimiento ilicitano.

Por su parte, en Margalló-Ecologistas en Acción de Elche, se denunció al Ayuntamiento una apropiación indebida de una vía pecuaria por parte de una empresa agro agrícola en la zona de Barbasena.

A su vez, se reportó ante el Seprona y la Consellería. “Una vía pecuaria cortada es algo muy grave. Pensamos que hay una dejadez de la administración en estos asuntos. En nuestro término municipal ya se han cortado otras vías pecuarias desde hace un montón de años y no se ha actuado contra los infractores”, asegura Adolfo Quiles, miembro de la organización desde el 2002.

Asimismo, Manuela Campello, activista de Margalló, añade al tema: “Margalló repobló toda su vegetación autóctona de la zona norte del municipio, que está un poco abandonada y desconocida. Esta zona está afectada por unos productos que no son autóctonos y que requieren mucha agua”.

La asociación Margalló — Ecologistas en Acción de Elche manifestándose en el palacio de Altamira. Imagen cedida por la organización

En el Ayuntamiento de Alicante, según la experiencia de uno de los activistas de Fridays For Future, Sergio Aires, opina: “El cambio climático no es una prioridad para el gobierno actual y no aporta subvenciones para la problemática de la crisis climática”.

Esta nueva tendencia asociacionista liderada por jóvenes ha llamado la atención de expertos en climatología y el cambio climático, como Jorge Olcina. “Estos grupos más jóvenes, que están surgiendo en los últimos años, necesitan un impulso institucional en sus inicios, porque se desarrollan con mucha ilusión, pero luego, si no hay una aportación económica, al final dejan de tener uso y desaparecen”, opina el catedrático de análisis geográfico regional.

Por el contrario, activistas cuyos municipios tienen la tasa de asociaciones por número de habitantes muy elevada están muy contentos con la labor de sus ayuntamientos. Esto sucede en Agres, donde la concejalía ha aportado un local para la asociación excursionista Velorecicla. “Estamos encantados y nos facilita la posibilidad de hacer estas actividades de bici-escuela, cerrando en días y horarios puntuales algunas carreteras para que sean más seguros para los niños”, confirma Tedesco.

El asociacionismo en tiempos de pandemia

La COVID-19 azotó a muchos sectores y el asociacionismo fue uno más entre ellos. “La verdad es que fue un desastre porque justo llegó la pandemia en el momento más top de Fridays, a finales de 2019”, se sincera Sergio Aires. Se acababa de celebrar la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP) en Madrid, a la que el activista afirma: “Estábamos en todas las portadas el espacio mediático estaba muy centrado en el tema de la crisis climática y Fridays era un referente muy grande en la lucha contra el cambio climático”. Sin embargo llegó la pandemia y les “cortó de raíz” porque ese espacio mediático “desapareció” totalmente para el cambio climático, tal y como menciona Aires.

A nivel internacional dentro del mismo movimiento, la pandemia del coronavirus también afectó. En Suecia, nación del icono estudiantil y medioambiental, por el que se fundó Fridays For Future, las restricciones no fueron muy estrictas. Aun así, el impacto que tenían desapareció al igual que en España y no pudieron salir a manifestarse como habían hecho hasta el momento. Como alternativas, se optó por difundir el movimiento conectándose en línea. “Por culpa de ello perdí la motivación, porque personalmente no me siento igual de bien que cuando se realizan eventos y se socializa”, apunta Tindra Jällhage.

Por parte de las Reinas del Biberón, tuvieron que ir con justificantes a la hora de realizar los rescates por el confinamiento. “Es verdad que el 99% no nos dieron problemas a la hora de salir de nuestros domicilios”, recuerda Andrea González. En la asociación, no realizan envíos ya que los cachorros podrían sufrir diversas complicaciones, lo que creó dificultades para los adoptantes a la hora de recoger a los animales.

Para bien o para mal, el número de solicitudes de adopción aumentó drásticamente durante el confinamiento con el motivo de poder salir a la calle a pasear a perros. Este hecho hizo reflexionar al activismo y no dejar a aquellos animales en manos de cualquiera: “Era como Navidad: ‘Hola quiero un perro’, ‘¿Pero para qué lo quieres?’ Un perro te dura 15, 20 años y claro, si lo quieres para la pandemia, como que no. Tuvimos que ser más exigentes a la hora de escoger a los adoptantes”, insiste la encargada de adopciones de Reinas del Biberón.

El grupo de protección de animales, AMAAR (Asociación Mundo Animal y Adopciones Responsables) es un claro ejemplo de los estragos que causó la pandemia. Se dedicaba a recoger lactantes y darles cuidados hasta el momento que encontrasen un hogar. Con la llegada de las mascarillas y los toques de queda, la asociación animalista se tuvo que despedir de su labor.

Diana Elizalde, ex-miembro de AMAAR, explica los motivos del cierre: “Con la pandemia ya no podíamos hacer eventos, montar nuestro ‘stand’, para vender y recaudar fondos. Para criar un bebé imagínate, necesitábamos leche, empapadores, pienso, que intentábamos darles de las mejores marcas… e incluso muchas veces para las adopciones, ofrecíamos castrarlos y claro, todo era de nuestro bolsillo”.

Después de haber convivido en la etapa más oscura del asociacionismo, causada por el coronavirus, comienza a hacerse la luz y volver a recuperar ese “auge” obtenido antes del confinamiento. Algunas asociaciones cerraron sus puertas para no volver. Sin embargo, poco a poco comienzan a nacer nuevos movimientos en la lucha contra el cambio climático y por la defensa del medio ambiente. 77 son las asociaciones que han nacido tras el duro golpe del 2020 en la provincia de Alicante.

Para que se siga dando el renacer de las asociaciones medioambientales, el papel de los medios de comunicación es muy importante. Su contribución a este conflicto es clave, tal y como les pide Sergio: “Que sean realistas y que afronten el tema con responsabilidad y eliminen esos tabúes de hablar de cambios radicales, que a veces son necesarios, pero que desde las altas esferas se intenta no hablar mucho porque realmente es un cambio de sistema en toda regla”.

Nota metodológica

Para desarrollar el reportaje de datos sobre el asociacionismo medioambiental de la provincia de Alicante hemos seguido los siguientes pasos. 

En primer lugar, descargamos los datos de la página web oficial de la Generalitat Valenciana donde ofrecían una clasificación de las asociaciones tanto por provincia como por tipo de actividad y subactividad. En nuestro caso, para hacer una comparativa global entre el número de las de tipo medioambiental y el resto de las de la provincia, descargamos todos los tipos. En los sectores en los que el número de inscripciones supera las 500 no dejaba descargarlas, sin embargo, en las de tipo medioambiental, son 591 y sí que nos lo permitió.

La base de datos principal es sobre las medioambientales de la provincia de Alicante y las variables que incluye son: Actividad, subactividad, número de registro, denominación, fecha de inscripción, dirección, localidad y provincia. 

Además, hemos subdividido la fecha en año y década. Los datos se descargan en formato PDF, por lo que para poder trabajar con ellos tuvimos que utilizar la herramienta Tabula y organizar los datos en una hoja de cálculo. Las cifras aportadas en el reportaje son principalmente de cálculos realizados sobre esta base de datos ya que no hayamos expertos en la materia de asociacionismo alicantino que nos aportaran datos concretos al respecto de estas. 

Algunos que podían aportarnos información útil y a los que entrevistamos fueron:

  • Jorge Olcina, catedrático de Análisis Geográfico Regional, profesor de Geografía en la Universidad de Alicante y responsable del Laboratorio de Climatología de Alicante. 
  • Ariadna Romans i Torrent, consultora de comunicación política y activista juvenil. 
  • Javier Miró, investigador sobre el cambio climático en la Universidad de Valencia (UV) y pertenece a la red de la AEMET recopilando datos metodológicos y apoyo de sus redes. 

Asimismo, entrevistamos a varias asociaciones centradas en tres tipos de subactividad: Grupos excursionistas, como Velorecicla y su presidente Paolo Tedesco; promoción del patrimonio natural, como Margalló-Ecologistas en Acción y dos de sus miembros, Manuela Campello y Adolfo Quiles; Fridays For Future, de la provincia, a Sergio Aires y, para realizar la comparativas entre el país de origen del movimiento, Suecia, y España, a Tindra Jällhage; Amigos de los Humedales y su presidente Sergio Arroyo. Del tipo protección de animales: Reinas del Biberón y su presidenta Andrea González y AMAAR a Diana Elizalde, ex-miembro. 

Se intentó contactar con el Ayuntamiento de Elche y Alicante para ofrecer la otra cara en el momento en el que explicamos el papel de las instituciones en relación a las asociaciones, pero no obtuvimos respuesta. 

Para componer los mapas y los gráficos, hemos utilizado Flourish y Datawrapper. Por su parte, las fotografías son de archivo ya que en la franja de tiempo en la que realizamos el reportaje no se han llevado a cabo actos que puedan ser ilustrativos para el tema. Algunas son descargadas de la web oficial de las asociaciones y, en el caso de Fridays For Future de Suecia, han sido cedidas por la propia entrevistada.

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LocalDataLab Redacción del LocalDataLab.